jueves, 17 de abril de 2008

Y la escuela qué transmite?

En la última clase reconstruimos a grandes rasgos, la historia de la educación desde el periodo fundacional del Estado Nación.
Conversamos especialmente acerca de cuál fue en ese momento el objetivo principal de la escuela y cómo se organizó para llevarlo a cabo.
A continuación les transcribo algunas partes del texto "La máquina cultural" capítulo 1 de Beatriz Sarlo, en donde la autora escribe a través de su personaje principal, Rosa del Río, la historia de una maestra de fines de siglo XIX.
La escuela
“Queridos niños, ¿sabéis lo que es la escuela? Me parece que todos estáis diciendo alegremente que sí. ¿Quién ignora que la escuela es el establecimiento adonde acuden los niños a instruirse y educarse, es decir, a recibir conocimientos útiles como la lectura, escritura, aritmética, etc., y a adquirir nociones de los deberes que tienen para con Dios, la patria y la sociedad en que viven?La escuela es la gran antorcha colocada en medio de las tinieblas de la ignorancia; en su recinto están los maestros, apóstoles de la ciencia, encargados de reunir en torno de ellos a los niños para disipar, con la luz de la verdad, las sombras que oscurecen las inteligencias sin cultivo, y enseñarles a distinguir el bien del mal, grabando en sus corazones los medios de practicar la virtud y huir del vicio.La escuela es el templo de la patria, en el que vuestros cariñosos maestros os enseñan los hechos gloriosos de nuestros ilustres antepasados, en ella hay erigidos altares a los grandes próceres: San Martín, Belgrano, Moreno, Rivadavia, Sarmiento son las imágenes que veneráis, como un tributo de gratitud que pagáis a sus esfuerzos.Nuestro país ocupa ya un lugar importante entre las naciones adelantadas del globo, por el estado de adelanto de su instrucción pública, casi no queda un pueblo en la república que no tenga escuela para educar a sus niños.(…) No olvidéis nunca la escuela donde recibisteis la primera instrucción y cuando seáis hombres y paséis por uno de esos edificios, descubríos con respeto cual si pasaseis por la puerta de un templo, puesto que sabéis que ése fue el de vuestra educación”.
Este texto se encuentra en el libro de lectura escrito por Juan FERREYRA, titulado “El libro de los niños”. Ivaldi y Checchi, Buenos Aires, 1901. págs. 16 y 17.
Más adelante y en elmismo capítulo, la autora describe la alegría que sintió Rosa al ingresar al Normal; dice "se me abrió un mundo". y luego transcribe un informe de la Escuela Normal de Maestras de la Capital al Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, presentado por su directora Ángela G. Menéndez. Buenos Aires, 1901. Es en este Normal donde Rosa cursó sus estudios.
Dice así:
“Al tratar la educación intelectual de las alumnas han recibido conocimientos de Psicología experimental, que en la actualidad se abre caminos, han estudiado el cerebro, puntos de Frenología, aceptando el poder de los instintos e inclinaciones naturales heredadas, (…) para hacer sentir doblemente el dominio de l espíritu sobre la materia, la influencia de la educación que perfecciona las dotes naturales y corregir casi siempre los vicios y defectos, que sin ella se transmitiría por la herencia de generación en generación, siendo indispensable por lo tanto, preocuparse de las causa que originan estas imperfecciones para corregirlas por medio educativos (…) Al estudiar el método apropiado a la enseñanza de cada materia, se ha procurado que las alumnas maestras se den cuenta exacta de los fines de la escuela primaria: el fin individual práctico para la felicidad y el progreso del hombre; el nacional para que hagan conocer la patria y perpetuar sus glorias; la cultura estética y el fin superior del progreso humano que eleva las tendencias del alma a Dios como síntesis de la verdad, la belleza y el bien”

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